Nuestro Agradecimiento más profundo por su inestimable colaboración para la construcción de esta página a Don Ricardo Cañabate Egea, Cronista Oficial de la Ciudad de Baza.

Puente del Baúl
Baúl, anejo de Baza (Granada)
Situado a 18 km. de Baza y a 1190 metros de altitud, en dirección hacia Granada, el anejo de Baúl se encuentra en una zona muy próxima a la autovía A-92N. Está poblado por unas 200 personas, que celebran sus fiestas en el mes de mayo, del 14 al 16, en honor a San Isidro Labrador y la Virgen de Fátima. Se celebran otras fiestas en agosto, dedicadas a los bauleños que residen en otras comunidades y que suelen pasar sus vacaciones junto a sus raíces.
Baúl se encuentra en una zona geográfica donde se han hallado los vestigios de los primeros pobladores de Europa, en Orce, así como diferentes yacimientos paleontológicos que hablan de presencia del hombre, aunque no se conoce asentamiento alguno en el espacio concreto que ocupa este anejo y su existencia histórica es relativamente reciente.
Entre finales del siglo XV y las primeras décadas del siglo XVI el ayuntamiento de Baza hizo diversas concesiones de terrenos de monte, generalmente junto a manantiales de aguas, a particulares, con la obligación de construir diversas ventas que cubriesen su enorme jurisdicción. A los venteros se le concedían tierras con las que abastecer su albergue “para tener en ella todas las cosas necesarias para los caminantes que por allí pasaran “e para que hayan en que se puedan reparar e albergar”. Un hecho de especial trascendencia que hizo que surgieran enclaves de población como la propia Venta del Baúl, la del Peral, la del Álamo y la de Vertientes. Un enclave el bauleño cuyo nombre en esta época parece que fue el de Badul, deformación de un ventero árabe de nombre Abdul.
Aunque la tendencia actual lleva siempre a relacionar el asentamiento de población que hoy conocemos con la llegada del ferrocarril, la venta de Baúl ya tuvo un importante papel en el recorrido de la Cañada Real del Camino Real de Lorca, como sitio de paso, descanso y avituallamiento de quienes transitaban por esa vía, camino de Granada, en su mayoría carreteros y arrieros, mercaderes Genoveses de lana y seda con destino al puerto de Cartagena, madereros franceses que explotaban los bosques de la Sagra y otras sierras cercanas, moriscos que pasaban de Granada a Valencia; compañías de soldados en tránsito y todo tipo de caminantes, peregrinos y bandidos, formando parte de una red de ventas para el reparo y descanso de los viajeros.
Cerca de este anejo aún se conservan dos torres vigías, del tiempo de los árabes, que son las del Romeral y la Torre de Baúl y, junto al núcleo urbano, cuenta con parajes de encanto singular, como el del Arroyo del Baúl.
A destacar diferentes pasajes históricos que se documentan en relación con este lugar, de los que el más antiguo cuenta como, en la misma época en que Yusuf mandó construir la muralla de la Alhambra y la conocida Puerta de la Justicia, mandó también levantar “la poderosa fortaleza del Baúl de Baza“, una acción calificada por Ibn al-Jatib como “un bien de Dios, una gracia que se hallaba oculta y se manifestó en el reinado de Yusuf y cuya mole blanca se alza brillando como espada desnuda para la guerra y asegura la victoria”
Otro pasaje notable de su historia fue el hecho acontecido el 9 de Agosto de 1811, conocido como el “combate de la Venta de Baúl”, en el que el General Freyre, condecorado después por sus acciones en la Batalla de San Marcial, tuvo que abandonar la Venta, ante las acciones del ejército francés, que le obligaron a retirarse hacia Baza, para acabar uniéndose a sus propias fuerzas, igualmente destrozadas, en la ciudad de Cúllar.
En fechas más recientes, destaca el hecho de que en 1854,aunque sólo durante unos años, Baúl dispuso de su propio Cuartel de la Guardia Civil, cuyo primer responsable fue el cabo D. Francisco García.
Pero lo que ciertamente acercó el asentamiento de la Venta del Baúl a la época actual fue la construcción de su estación de tren en el tramo que unía Baza con Guadix, lo que precisó de la construcción de un bellísimo puente con el que salvar el desfiladero del arroyo de Baúl, a lo largo de 146 metros, por los que pasaba el tren, a 33 metros de altura. Un puente que salió de los talleres del famoso ingeniero francés Gustavo Eiffel, quien se encargó de su diseño, y que presenta la curiosidad de que sus pilares también son metálicos, en vez de ser de piedra, como era lo usual. Su construcción, por encargo la empresa de capital inglés The Great Southern of Spain Railway Company Limited, se llevó a cabo en 1907. Este puente estuvo en uso y funcionamiento ferroviario hasta el 31 de diciembre de 1984, en que cerró la línea férrea Guadix-Baza-Almendricos.
Afortunadamente para Baúl, se rectificó la idea inicial por la que se diseñó la línea en dirección a “Los Balcones”, algo que se desestimó una vez llegado a la altura del “Cortijo de las Vereas“, ya que por allí el ancho del cejo era superior y el puente no tendría garantías de firmeza.
La Estación de Baúl fue tomando importancia a medida que hasta ella llegaban las gentes de la sierra desde Las Balsillas, Gor, Las Ramblas, Meina, El Moro, etc. Lo que fomentó que se fueran construyendo a su alrededor casas como las de los Lozanos, de Gor; los Domenech, de Las Balsillas; Sorias, de la Sierra de Baza; Lozanos de Las Ramblas; Lozanos, de Las Balsillas, etc. Y todo ello a pesar de que, inicialmente, existiera cierta desconfianza, pues la riqueza del agua estaba al otro lado del puente y la parte de la estación era un campo de chaparrales y matojos.
Se sabe también que en tiempos de la Guerra Civil, los bauleños se escondían en la “cueva de Los Corrales”, junto al cejo, para evitar ser alcanzados por las bombas, y que quedó registrada la muerte de un maquinista y el carbonero por una de esas bombas lanzadas junto al puente, al paso del tren, por ser lugar tan estratégico en las comunicaciones de la zona.
Cuenta el Baúl con una parroquia, la de Nuestra Sra. de la Anunciación, atendida por el párroco de la vecina villa de Gor, quien igualmente controlaba las inscripciones en los registros y celebraba los entierros, también en Gor, hasta que se creó el cementerio de Baúl.
El primer sacerdote de este anejo, don Leovigildo, movió a sus pobladores para construir una Iglesia, un cementerio y un salón de actos (1958) con el dinero del pueblo, hasta el punto de que, quien no lo tenía lo pagaba con sus jornales y aunque había una iglesia anteriormente, pero de carácter privado (iglesia de Los Halcones, religiosos de Baza).
Se organizaron también las primeras fiestas, en torno al patrón San Isidro: moros y cristianos, cintas, tiro al plato, etc. En diciembre de 1967 llegó la luz eléctrica y en febrero de 1968 el agua se instalaba en las casas de Baúl, en una época en la que, además, la emigración de buena parte de sus habitantes en busca de trabajo llevó a una notable disminución de la población, aunque aún estaba por venir la clausura de la vía ferroviaria, el 31 de diciembre de 1984, lo que dio paso a una nueva etapa en la historia bauleña.
Los vecinos de Baúl recuerdan aún el paso de los trenes y como la atronadora voz de las locomotoras fue sustituida por un silencio permanente, que deja como fiel testigo a ese emblemático puente ferroviario que conecta a las gentes de uno y otro lado y es visitado por numerosas personas, casi tanto como el puente de la carretera que lleva hasta Bácor, en el que un efecto óptico ocasiona el movimiento contrario al que sería lógico. Si se deja un coche en punto muerto en la zona de subida, se verá “avanzar solo cuesta arriba, o ir marcha atrás en ascenso,” en vez de sufrir el descenso que se aprecia visualmente.
Ricardo Cañabate Egea
Cronista Oficial de la ciudad de Baza